Déjeme decirle que durante todo este tiempo que usted no ha estado yo he cumplido mi promesa y la he mantenido en mi mundo, en mi todo, a mi alrededor y en mis adentros. Por esa razón con usted me tomo un café de vez en cuando en el Mojo Beach, ese bar de la esquina de su casa que tanto le gusta, otras veces en ella, ahí sentadas como dos almas sin fondo, en el balcón con nuestras miradas puestas en el mar profundo y en la nada. Hablamos de todo, de lo que hoy en día es el mundo, de cuantos valores se han perdido, de cultura general, del amor y sus patologías, de lo sobre-valorado que está y usted me cuenta las miles de obsesiones que ha tenido que sufrir por parte de otras almas también sin fondo.
Mientras fumamos cigarrillos como fumándonos la vida yo la observo, la escucho y la quiero, así como es usted, tan tierna y tan fría, tan parlanchina y reservada, tan social y anacoreta, yo aprovecho en mi silencio para quererla más sin que usted lo sepa para protegerme y mantenerla cerca, ¿Cómo no hacerlo?, si usted es un dulce veneno que cala bien adentro.
Durante este tiempo que usted no ha estado debe saber que la he mantenido en mí, nos reunimos los viernes o los sábados en su casa, llevamos litronas de cerveza, yo nunca había bebido tanto en mi vida como lo he hecho desde que la conocí, incluso no me gustaba pero con usted todo hasta lo que un día parecía horrible hoy resulta placentero, me importa muy poco el día que dispone para vernos, siempre estoy dispuesta, tampoco me importa acostarme a las 3 de la madrugada para levantarme a las 6 a trabajar, usted lo amerita todo, debe saber que usted me ha hecho reflexionar y darme cuenta que la vida es muy corta para desperdiciar el tiempo y que esos momentos de felicidad no tienen precio, para descansar tendré la eternidad.
Durante este tiempo que usted no ha estado debe saber que la he mantenido en mí, en mis mañanas, en mis tardes y en mis noches, es usted uno de mis primeros pensamientos y también uno de los últimos, es usted una porfía. Por esa razón he continuado conquistándola, con flores y cuidando el significado de sus colores porque sé que usted se fija en eso, hemos ido a cenar a ese restaurante de Portixol en donde preparan algunos platos de Nepal; mientras me cuenta su experiencia y recuerdo de sus viajes a ese sitio, ahí donde se encontró con usted misma y valoró aspectos de la vida, ahí donde intentó superar el duelo por la muerte de una pareja que aun añora; ah debe saber que me afligió su dolor y lo hice mío. Por cierto, recuerdo el cuenco tibetano que como en un ritual hay que tocar la primera vez que se va a su casa, me sentí orgullosa de torpemente poder entonar esa melodía, probablemente para mí, usted me aceptaría más fácil.
Otro día fuimos a almorzar al vegetariano que queda en la plaza del progreso, porque sabe que me gusta y que no como carnes, aunque debo confesarle que algunas veces desde que no está lo he hecho; también le he llevado chocolates que come despeinada y despreocupada mientras me dice que quiero engordarle, aunque tiene la fortuna de permanecer siempre inmune, dígame una cosa, ¿A cuántas cosas es inmune usted?, ah de paso cuénteme el secreto.
Déjeme decirle que usted permanece en mí como lo prometí. Permanece en todo lo que hago y lo que soy, por ejemplo, el otro día nos fuimos de excursión al campo, llevamos bocadillos, bebidas y como no, muchos cigarrillos, porque usted y yo, lo repito; tenemos la manía de fumarnos la vida cuando estamos juntas, yo porque es una forma de apaciguar ese animal que llevo dentro y que usted despierta con tan solo su mirada, por esas ansias indómitas de querer arrebatarle alguno de sus besos y usted seguramente encierra dentro muchos motivos para fumar así conmigo, como consuelo prefiero pensar que soy al menos, alguno de ellos.
Durante este tiempo que usted no ha estado debe saber que la he mantenido en mí y puede decir que es una obsesión esto que he sentido por usted, como asegura lo han sentido otras muchas más y pasar por alto todo lo que representa, también puede colocarle el nombre de la patología que más se acerque a su percepción, pero déjeme decirle que lo que yo llevo dentro de mí con respecto a usted es tan transparente como el agua de esa calita de Cala Nova, la que también queda cerca de su casa y en la que un día mojamos nuestros pies mientras nos contábamos del desdén por amores tormentosos que sucumbían en nuestras almas como dos llamas ardiendo, y en aquella agua usted y yo apagamos esa llama de dolor, sepa también que usted fue un bálsamo que alivio mis penas.
Durante este tiempo que usted no ha estado debe saber que ha permanecido en mí porque de ese modo lo he querido, porque me he negado todo este tiempo a la idea de haber sido para usted tan sólo alguien de paso, porque yo creo en lo que me dijo de su cariño, porque creo en lo que vi en sus ojos y en la intención de su alma de nunca marcharse, porque sé de algún modo que estoy ahí con usted y no aquí conmigo.
P/D, Debe usted saber que este escrito no pretende faltar al respeto a la persona que felizmente duerme a su lado y goza la suerte de poder compartir sus sueños, su compañía, sus risas, su forma tan particular de ser muchas y enamorar con cada una de ellas, déjeme decirle que por el contrario y por el respeto que me merece guardo la distancia y me permito seguir estando con usted, aunque usted no este conmigo.
Enero 30 de 2016
Palma de Mallorca- España
Katty Sáenz
Desde el foco de mi inspiración, esa a la que tú sin saber me obligas