En esta isla de preciosos paisajes, de frondosas montañas, de mares pincelados por muchos colores y espumosas olas, aquí donde todo es tan mágico que cada rincón cuenta una historia con sus propias palabras. Así veo todo y te voy cantando como si me escucharas, como si por el arte que contengo en los dedos mis versos llegaran disfrazados a ti de todas esas formas en las que te voy construyendo, y si obrara el destino acaso el milagro de que me veas por ahí en las letras andando ciegamente detrás de tus pasos, como si de algún modo supieras al fin que te sigo evocando, que te sigo tristemente esperando.
Así veo todo, bares invitándote, invitándome, a nuestras horas parlanchinas, a tus sustanciales conversaciones; playas melancólicas de ti y por mí, y si te hablara de tu balcón, ah, tu añorado balcón, si te contara lo vacío que está ahora sin ti, vestido de lúgubres colores y tantas hojas secas de ese árbol que tristemente le pregunta dónde estás tú, dónde está tu voz, tus cafés, los tantos cigarrillos que en su asiento compartiste. Ahora ahí sólo quedan las manchas marrón en la pared, esas que va dejando el paso triste de este tiempo en el que la ausencia de ti se hace eco, raídos escombros que giran al compás del viento como un tío vivo por todos sus rincones y un agudo silencio que golpea como campanadas de un reloj ese vasto vacío de ti.
Y las miles de veces que ahí desde ese balcón te hacías parte del paisaje, y cuando tuve la dicha de verte plasmada como una obra salida del alma, destinada a ser contemplada y amada. Cuando tus ojos cavernosos y profundos como los abismos, se perdían en medio de tus ocultas reminiscencias yo tristemente te quería. Si, te quería, aún a sabiendas de que otras manos alegremente cubrirían tu lienzo fresco con sus blandos dedos y besaría el universo que en tu cuerpo han creado tus lunares.
Así veo todo, la dicha que me fue negada se ha vuelto una porfiada y se niega a no vivirte y quererte de esa forma que tan solo mi alma entiende y mi corazón sabe, y aquí voy perdida en estos valles negros escribiendo a todo aquel que quiere leerme, a todo aquel que se interesa por esta desgarradora ausencia que llevo a cuestas desde que tú no estás; desde ese entonces tan solo vivo viviéndote con mis letras que te versan, que te quieren así desprendidas y sin esperanzas, ¿Has escuchado alguna vez eso de querer sin esperanzas?, eso que dicen que es medio amor amar con esperanza y amar sin ella amor verdadero.
Febrero 21 de 2016
Palma de Mallorca- España
Katty Sáenz
Desde el foco de mi inspiración, esa a la que tú sin saber me obligas