Poesías

¿QUÉ ES POESÍA?

Cuántas veces me habrán preguntado qué es la poesía.  Los valles que he volcado en mis cuencos blancos, donde las letras son un batallón de hormigas proletarias anticipándose al crudo invierno, no han sido suficientes para proveer la grandeza que encierra lo que parece ser una simple pregunta.

Yo les digo que no busquen la respuesta solo en estos cuencos, ni en las almas sin fondo, no pregunten a la miseria del ego que a veces camina encarnado en un cuerpo, ni a la sequía que cubre esta gran selva de cemento.

Si de verdad quiere saber que es poesía salga al mundo, pero cuando vaya por sus caminos quítese la venda que condiciona la visión que tiene de esta orbe.  No se detenga ante nimiedades como lo pueden llegar a ser las grandes construcciones, la industria de la moda, los coches modernos o cuerpos esculturales tallados en quirófanos, y no en los valores de un hogar que se ennoblece con caricias, con afectos y amores.

Si quiere de verdad encontrar esa respuesta preste atención, la poesía esta por ahí caminando, usted puede tocarla y le refresca las manos, le calienta todos los días desde lo alto el cuerpo, le besa con el viento, le da el aroma de las flores, el fruto del árbol y el pan del trigo, le canta en las mañanas desde una rama cerca de su ventana y le mueve la cola cuando usted llega a su casa.

La poesía usted no la ha visto porque la vive buscando en formas vanas y en fundamentos humanos, pero detenga su paso y obsérvela amamantado al niño que se mecía en brazos, está en las manos que sujetan en su camino lento al anciano, en el hombre negro, en la mujer blanca, en el mestizo, el amarillo, la chola, la rizada y la de larga cabellera.  Se encuentra en el vientre fecundo y en el impulso superviviente del sur americano.

La poesía se arrodilla con las piernas del musulmán y brota por su boca con toda la fuerza de su fe en la mezquita, habita en el Himalaya y medita con el monje en templos desprendido de la existencia, observándola desde niño, canta alrededor de la hoguera desde ese trance danzarín del africano y se eleva con las voces hacia el universo, enredada en medio de oraciones nacidas de corazones que piden a diario plegarias.

Ella se desliza afable montaña abajo desde las Cataratas del Niágara, viste de mágicos colores el Caño Cristales de la Sierra de la Macarena, se dibuja inocente en el rostro de los Nukak Makú que corren en consonancia con los animales de la esperanzada Amazonas.  Se inmortaliza en las obras de Miguel Ángel, en las pinturas de Leonardo Da Vinci, recita en los escritos de Benedetti, Neruda y Mistral.  Manaba en la música de Beethoven, Mozart y en los arrebatadores veintiún nocturnos para piano de Fryderyk Chopin.

¿Qué es poesía, me preguntan?…

Katty Sáenz

Palma de Mallorca- España

Marzo 18 de 2016

Autor

kattysan1123@gmail.com
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