Nada fue fácil entre el tenerte y no, ni el tiempo aquel que hostil te presentaba en mis días con tu pavoneo que desarma guerras, que mariposea en entrañas y dobla piernas, con tus formas de ir por ahí invadiendo espacios casi imperceptiblemente, casi desbordando en mi ser el deseo de tu invasión.

Nada fue fácil entre tenerte y no, ni tu sonrisa que rompía las barreras de culturas distintas y te hacía cercano, de esa forma en la que tocas y no, ni la melancolía de tus ojos profundos que miraban fijos como agujas y parecían invitarme a un encuentro, mientras tus manos poco animadas abrían la distancia entre la fecundidad de nuestros sueños.

Nada fue fácil entre tenerte y no, ni la impotencia de verte tan cercano a mi alma, ni la desnudez de mis sentimientos colgantes entre las bambalinas de todo lo ilusorio que en ti soñé, ni ese desdén que purgaba pena como amarga hiel en nuestro anunciado final, y todo empezó sin afanes, y termino de una forma tan abrupta, que sigo en un letargo sin suelo ni magia, y mis ojos sesgados te buscan como negándose a la evidencia de tu ausencia, a la frialdad de tu decisión, a la mezquindad de tu proceder

Nada fue fácil entre tenerte y no, ni la aflicción que me dejó este sin sabor de no tenerte y todo fue a medias en nuestra quimera, nuestros días iban cargados de sin razones, de fugaces y profundas conversaciones, de instantes que parecían flashes que hoy retumban en mi efímera humanidad.  Nada fue fácil entre tenerte y no.

Katty Sáenz

Palma de Mallorca- España

Marzo 29 de 2016

Desde el foco de mi inspiración, esa a la que tú sin saber me obligas